LOS SUPERPRONOSTICADORES EN LA TOMA DE DECISIONES

“El pasado, como el futuro, es
indefinido y existe sólo como un espectro de posibilidades”.
Stephen
Hawking
Mucho se ha
dicho sobre la supremacía de los datos, por su utilidad a la hora de tomar
decisiones, porque si bien, los datos per se carecen de significado (Farfan, B,
Garzón, C., 2011), en la actualidad, las herramientas tecnológicas facilitan su
visualización y análisis, mediante la estadística descriptiva, estadística
inferencial y más allá, con el uso de algoritmos de Machine Learning, que
sumado al actual poder de cómputo, posibilitan un procesamiento mucho más
complejo y robusto de grandes cantidades de datos.
Sin embargo,
qué pasa cuando no se tienen heurísticas o modelos desarrollados de un problema
complejo con múltiples variables, como los que acontecen en la vida cotidiana,
¿se vuelve imposible inferir acontecimientos futuros?
La respuesta
no es dicotómica, porque incluso las predicciones con modelos matemáticos
sofisticados tienen un grado de incertidumbre y el analista debe asumir un
riesgo de “error”. Por otro lado, es posible responder con la existencia de
otros métodos empleados para el mismo fin, y aquí es donde tienen cabida los superpronosticadores
(SP), objeto que da motivo a este artículo.
Como lo dicen en su
libro: "Superforecasting:
The Art and Science of Prediction" los autores Philip E.
Tetlock y Dan Gardner (2017) cada vez más, la
sociedad contemporánea pide a los "expertos" predicciones sobre el
futuro, utilizadas como sustento para tomar decisiones de diversas índoles: geopolíticas,
de políticas públicas, de inversión, etcétera. En su libro, los autores
plantean con sólida evidencia empírica que los "pronosticadores
expertos" en un entorno complejo, tienen la misma posibilidad de
acertar un evento futuro que un chimpancé y difícilmente superan a la
adivinación al azar, sería mejor y más barato tira una moneda al aire y predecir con base en el resultado.
Por ello, los autores centran su estudio
en los SP: que son personas que tienen una gran capacidad de predicción.
Curiosamente, esas personas caen en lo común, es decir, no son especialistas,
ni tienen acceso a información privilegiada. Pero se dan cuenta que ser un SP
tiene que ver con características en el modo de pensar, como lo es una
perspectiva holística, heurística y caleidoscópica, es decir, son personas de
pensamiento abierto, cuidadoso, curioso y autocrítico, que realiza una
predicción inicial y luego meticulosamente la ajusta en función de cada nueva
evidencia o información relacionada con el tema.
Hace algunos años tuve la suerte de leer y
presentar en una Maestría de negocios un caso sobre la elección de
pronosticadores para trabajar en la estrategia de una compañía minorista, esta
organización necesitaba contar con un pronóstico confiable del incremento del
PIB para el próximo año y así poder fijar precios de sus productos. Para
evaluar la efectividad histórica de los panelistas y seleccionar al adecuado,
se debían evaluar los puntajes del tipo Brier, Hit, Log, Lineal y RPS. Al
iniciar la sesión realicé a los alumnos un ejercicio de exceso de confianza
para evaluar su capacidad de pronóstico inicial y posteriormente, conforme
avanzaban en su discusión sobre los eventos a pronosticar, pudieron modificar
sus respuestas hasta enviar una versión final, la mayoría no obtuvo una
diferencia significativa, sin embargo, una persona de 20 presentes sí
incrementó significativamente su evaluación con respecto a todos los puntajes,
separándose de todos los demás en forma reveladora. Sin mayor rigor, se podía observar que el resultado parecía congruente con las características personales
de un SP que plantea el artículo de Mellers, B., et al
(2015).
Mellers, B., et al (2015) estaban intentando identificar individuos que fueran capaces de
predecir el futuro y a partir de esa idea, en un estudio financiado por la
Agencia de Inteligencia de los EEUU, se organizó una competencia para determinar
si existen personas capaces de mejorar las predicciones, a pesar de no tener
conocimientos académicos previos en un área, y se determinó que en torno al 2 %
de las personas cuentan con una habilidad especial para vaticinar el porvenir.
El llamado "Good Judgment Project" continúa
activo a través de internet: https://goodjudgment.com/, donde
cualquiera puede poner a prueba sus capacidades predictivas respondiendo a
cuestiones como: ¿Cuándo dejará Joe Biden de ser presidente de Estados Unidos?
o ¿Qué partido se hará con el control del Congreso de Estados Unidos en las
elecciones de 2022?
Características
de un Superpronosticador
Sin embargo, Mellers, B., et al (2015)
fueron un paso más allá y exploraron qué características podían explicar el
rendimiento excepcional de estos individuos. Su sorpresa fue que estos sujetos
puntúan significativamente de manera superior al resto en una batería de
capacidades cognitivas.
Además, identificó que las
capacidades fuera de lo común se basan en ciertos rasgos de carácter. Un SP
debe ser una persona abierta de mente, convencida de que las opiniones no son
más que hipótesis que deben ser puestas a prueba, la
mente abierta puede confundirse con una ideología progresista, pero en
psicología refleja la facilidad de lidiar con la incertidumbre, según esto, las
personas de mente abierta tienden a ser capaces de ver todos los lados del
problema, lo que parece ayudar a los predictores a superar sus propias ideas
preconcebidas al recibir nuevos datos. También debe ser introspectivo y
autocrítico, es decir, comprender sus propias debilidades, además de curioso,
analítico y hábil con las operaciones matemáticas.
Ese 2 % de las personas que según Tetlock pueden ver el
futuro con más claridad que los expertos, son individuos que no están apegados
a ideas u objetivos particulares, sino que son capaces de dar un paso atrás y
considerar puntos de vista distintos a los suyos. Y aunque
la experiencia en temas políticos pudo haber ayudado a algunos, los
participantes provenían de una gran variedad de profesiones, incluso, uno de
los mejores pronosticadores era farmacéutico.
Superpronosticadores en el Gobierno y en las empresas
La organización que fundó Tetlock también organiza
talleres en Estados Unidos y otros países en los que promete mejorar las
capacidades para pronosticar el futuro tanto en el ámbito político como en el
empresarial.
Estas habilidades
son utilizadas por organizaciones e incluso gobiernos. Es el caso del gobierno británico, que contrató al menos a
uno de esos SP para colaborar en un proyecto del controvertido Dominic
Cummings, artífice de la campaña del Brexit en 2016 y que ahora mueve los hilos
del Ejecutivo del primer ministro, Boris Johnson. Se trata de Andrew Sabisky,
de 27 años, que se presenta como un investigador independiente interesado en
psicología evolutiva, genética del comportamiento y cronometría mental. La mañana
después de que estallara la polémica alrededor de Sabisky, los periodistas
esperaron a Cummings a las puertas de su domicilio para pedirle que explicara
en qué circunstancias se le había contratado, su respuesta: "Deberían
leer ‘Superforecasters’, de Philip Tetlock, en lugar de leer a expertos
políticos que no saben de lo que están hablando".
Se pudo fotografiar a Sabisky frente a la puerta de la
residencia oficial del primer ministro junto con otros dos SP, Michael Story y
Thomas Liptay, fundadores de la empresa Maybe, dedicada a ese tipo de
predicciones. El Gobierno se ha rehusado a ofrecer detalles sobre su relación con
esas personas.
En las organizaciones, tomar decisiones sobre
oportunidades de negocio a menudo implica obtener las opiniones de otros sobre
importantes cantidades y eventos inciertos. Como gerente, es posible que no estés
seguro sobre el retorno de una inversión o el éxito o fracaso de un esfuerzo de
desarrollo de productos. Cuando tus
propias creencias no están tan bien informadas como te gustaría que estuvieran,
a menudo querrás buscar la opinión experta de los demás.
Al obtener la opinión de un experto, es posible que desees
escuchar las creencias del experto expresadas con precisión utilizando el
lenguaje de probabilidad. Con mucha frecuencia escuchamos pronunciamientos de
previsión como "Creo que las ventas van a ser 100.000 unidades en nuestro primer
año" o vagas declaraciones de confianza en una serie de posibilidades como
"Creo que es probable que el precio de las acciones de la compañía sea más
alto dentro de un año". Tales declaraciones pueden ser peligrosas para las
perspectivas de una empresa cuando sirven como base para decisiones
estratégicas.
El futuro de su empresa y de un gobierno puede depender
de que tengas una buena evaluación de la probabilidad de que ocurra un evento
crítico.
Referencias:
Farfán Buitrago, D. Y., & Garzón Castrillón, M. A. (2006). La gestión del conocimiento. Editorial Universidad del Rosario.
Tetlock, P. E., & Gardner, D. (2017). Superpronosticadores: El arte y la ciencia de la predicción (Vol. 5014). Katz Editores.
Mellers, B., Stone, E., Murray, T., Minster, A., Rohrbaugh, N., Bishop, M., ... & Ungar, L. (2015). Identifying and cultivating superforecasters as a method of improving probabilistic predictions. Perspectives on Psychological Science, 10(3), 267-281.
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